domingo, 5 de octubre de 2014

Y de repente te conocí.

Fue un día como tantos... ella no quería salir, fue un día como muchos en los que caminó bajo la lluvia, queriendo olvidarlo. Mientras coorren sus lagrimas, en sus ojos... a lo lejos lo ve, se le pinta una pequeña sonrisa en su cara, la cual dura unos segundos antes de ver que él estaba esperando a otra. Ella no ha podido olvidar a esa persona que le enseño a amar, como nunca imagino. Mientras camina sin rumbo fijo, sobre las hojas de los arboles, con el sol en otoño. Se sienta a pensar; -¿Qué fue lo que hice mal? ¿A caso darte todo fue mi error?- Sin darse cuenta un chico se sentó a su lado, y no le dijo y solo la contemplo, la vio llorar. Él quizo abrazarla, pero no pudo, la dejo desahogarse. Antes de ella se marchará, él se fue. Aquel chico, estaba sufriendo también por un amor... un amor que, nunca iba a poder, él era tan timido, que fue incapaz de decirle a su mejor amiga que la amaba, y perdió toda esperanza de estar a su lado. Aquel chico, quiso llorar con ella, llorar por un amor... que no podrá ser. Poco tiempo después de volvieron a encontrar, ella mostro una pequeña sonrisa, él la respondió. se sentaron a hablar, ella se soltó a llorar, él la abrazo y le dijo: - Todo va a estar mejor, vamos a estar mejor- Y de repente lo conoció, fue sin esperarlo, él la cuido, pero nunca la pudo amar, porque su corazón le pertenecía a otra. Y fue así como ella se enamoró de él, él no lo sabe, estan juntos porque se hacian falta para salir adelante; era un amor sin compromisos ni sentimientos. Pero fue ella la que se enamoró. Gracias a él ella olvido a su amor... un amor que la abandono en cuanto tuvo oportunidad. Y de repente lo conoció, y alivio su dolor. Y de repente... se enamoró.

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