viernes, 11 de diciembre de 2015

No he podido olvidarlo...

Sabes que cuando llega el amor no solo lo sientes, el amor de verdad es como una descarga eléctrica cuando lo ves, sin importar cuanto tiempo lleven juntos, pasó justo cuando lo conociste y pasará cada día de tu vida.

Esta historia no es diferente a la de muchas (os), me enamoré, me enamoré de verdad, lo supe porque fue diferente con él en comparación con los demás, cuando lo conocí, sentí esa descarga, una descarga indescriptible, que pocos hemos tenido la dicha de conocer, esa descarga recorrió todo mi cuerpo, me hizo temblar, erizó mi piel... y así fue cada día que compartimos, estar con él me transportaba a lugares inimaginables sin siquiera mover un solo dedo, era de esas personas que te hacían emanar felicidad por cada poro de tu piel...

Parecía una borracha de amor que se perdía en la infinidad de su mirada, ese brillo tan peculiar hacía que comenzará a elaborar planes, era tan real, y lo era por que sabía que ese amor era reciproco, él también me quería y hacíamos planes juntos, teníamos un amor tan bonito, tierno, sincero, comprensivo, me veía de su mano por toda la vida pero, no me imaginaba sin él y sé que el tampoco veía su vida sin mí.

Pero aún así, nuestros corazones latían al ritmo tum-ta,tum-ta, la linda historia de amor fue tomada por sorpresa por las garras de nuestra peor pesadilla, ese amor por siempre, llegó a un inevitable final. Ese lapso fuimos felices, pero el tiempo se encargó de hacer notorios los defectos, las diferencias, aquella distancia que no dio tregua y la bella historia pisó fondo para toparse de frente con un callejón sin salida que llaman final.

Tenemos mucho sin tener alguna relación como tal, de hecho la distancia se regocija con su triunfo y lo mandó a otro lugar, sin embargo, hace poco cruzamos un par de palabras, me mandó un mensaje, nos vimos... estuvimos juntos, todo fue maravilloso como la primea vez, pero sabía que sería esa la última vez, temblé de saber que no iba a volver a estar cerca de su lado, algo en mi interior se aferra a él, a su recuerdo, su olor, el calor de su cuerpo ardiendo de mi piel, mi cuerpo se inundó en llanto.

Ahora, cuando pienso en él, que a decir verdad es muy seguido, ya no pienso en sus malos hábitos, no recuerdo lo diferente que éramos, pienso en en él, y sólo viene a mí; esa sonrisa estúpida de enamorada, recuerdo sus bellos ojos claros en donde me encantaba verme reflejada, recuerdo la noche que dormía aferrado a mi espalda, o cuando quedaba dormido en mis piernas y acariciaba su cabeza... velando por cada uno de sus sueños, en las que siempre se me escapaba de los labios un "te quiero" despacito pues pensaba que estaba durmiendo,  pero siempre lo escuchaba.

Ahora me doy cuenta que fueron tonterías lo que nos separaron, quizá fue miedo, pues era tan joven y él tan grande, quizá yo aún era una inexperta en cosas del corazón, que ninguno de los dos supo diferenciar, lo nuestro era real, que de verdad era el amor de mi vida y yo de él.

Dicen que el tiempo lo curará,  que es un experto en hacernos olvidar, pero yo se que podrán pasar mil años con 3,4,5,6,7,8,9 y 10 vidas más y siempre será parte de mis días, puede ser que no quiera olvidarlo, sé que él fue mi primer amor real, que el tiempo quizá me enseñé el porque decidió jugar así con el destino, pero hoy, después de nuestra separación, no orgullosa pero si convencida, puedo decir que... Aún no he podido olvidarlo.



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